Pasaron más de 24 horas desde que se iniciaron los rumores en Whatsapp que daban cuenta de que el gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, se había contagiado de Covid-19, y el anuncio oficial desde la cuenta en Twitter @omarPrietoGob que lo confirmaba.

Hicieron falta también 3 audios de Whatsapp; un periodista que lo informó desde la cuenta @caféynoticias; la persecución de los organismos de seguridad que toda información develada por terceros trae consigo; el despistaje en redes para desinformar y, el anuncio y respaldo oficial hecho por Nicolás Maduro, tanto en cadena nacional como en un mensaje a través de su cuenta en Twitter.

Hay que decir que esto comenzó el martes 7 de julio, después que rumores difundidos a través de grupos de Whatsapp, deban cuenta de un supuesto desmayo del gobernador Prieto durante una reunión, en el municipio San Francisco del estado Zulia, que obligó a internarlo en una clínica en esa localidad. Y, terminó oficialmente, el 20 de julio con la publicación en la cuenta en Twitter @omarPrietoGob de una imagen de él y su esposa en la residencia oficial acompañada del texto “Buen día, ¡pueblo zuliano! Aquí estamos con salud plena y en franca mejoría. Agradecido a Dios y a ustedes por sus oraciones. Aún de reposo en Residencia Oficial pero desde ya sumándonos al trabajo del gobierno del Zulia @GobiernoDLZulia por la salud de todos los Zulianos.”

El corpus nos permite identificar elementos de carácter épico en la construcción de la narrativa oficial asociada al héroe local: un funcionario que se ha contaminado “en batalla” por defender y proteger al pueblo, y que superará la enfermedad gracias al apoyo de ese mismo pueblo que lo venera. 

En este patrón destaca el discurso público de Nicolás Maduro quien, como figura de máxima autoridad, convierte lo que tendría que ser un anuncio rutinario en epopeya, tanto para distinguir y empoderar al héroe, como para contrarrestar cualquier matriz negativa que pudiese asociarse a conductas irresponsables, imprudentes e, incluso, a una condición de vulnerabilidad, contraria a la imagen que el chavismo elabora sobre sí mismo.   

Además, encontramos: 

1.-Intencionalidad manifiesta en negar los hechos, seguida de amenazas contra quienes intentan comunicarlos. En el caso del gobernador Prieto, transcurrieron más de 24 horas para que se informara de manera oficial sobre el contagio:

2.-Activación del silencio informativo mientras se decide la estrategia oficial. En paralelo, uso de los organismos públicos -seguridad, tributarios- para perseguir y encarcelar a quienes se responsabiliza por la filtración.

De acuerdo con la denuncia que hace Miguel Angel Román en entrevista para el portal Alberto News, estos mecanismos se activaron tanto para amenazarlo a él y a su familia, como para intentar ubicar a sus fuentes:” Hice la denuncia porque me encuentro en Chile, porque si no ya estuviese preso; sin embargo han tratado de ubicar a los familiares que aún quedan en Venezuela, también han contacto a mis amigos, me han enviado fotos de armas, amedrentándome y hasta diciendo que me van a venir a buscar en Chile”, reveló Román. (1)

Incluso, aun cuando parezca imposible o se haya tratado de una broma, se activó lo que parecía una campaña anónima -que terminó siendo el montaje de una imagen- para vincularlo a una solicitud de crow founding a favor del gobernador Prieto:

3.- Ante la negación del evento, construcción de una historia contrafactual.

En el caso del gobernador Prieto, se publicaron imágenes que lo ubicaban en una sala situacional trabajando, en un intento de crear una alteridad que sustituyera lo revelado por el periodista Román, lo que circulaba en las redes y en los grupos de Whatsapp y desviara la atención de lo medular en esta historia: la reclusión del gobernador en una clínica privada y no en un hospital centinela a causa del coronavirus.

Ante la imposibilidad de sobreponer en la opinión pública una historia alterna sobre los hechos, de lo fallido de la estrategia para ocultarlos, y del empeño del periodista Miguel Angel Román en sostener la veracidad de su información; el gobernador hizo el anuncio oficial de su contagio.

Vino acompañado de un mensaje presidencial en Twitter y de una mención especial en cadena nacional, donde se exaltaron 3 elementos de carácter épico:

a.-Lo heroico: “Eres un guerrero de Cristo” “guerrero de la luz”, “(…) que está en la calle protegiendo al pueblo zuliano de este brote tan fuerte del virus colombiano que entró a Maracaibo, a San Francisco, al Zulia”;

b.-El héroe humilde que es incansable en su lucha: “es un hombre de calle, no para, en las comunidades todo el tiempo, trabaja incansablemente por su pueblo”;

c.- Un líder: “siempre estás al frente de la batalla y en las calles de nuestro amado estado Zulia”.  

Maduro refuerza la narrativa y como buen pater de familia, que ejerce su “patria potestas”, le da de baja momentáneamente de manera pública: “Ahora a cuidarse y estar pendiente de los tratamientos para que estés muy pronto trabajando junto al pueblo zuliano”,”(…) reposo total, coordina por teléfono todo (…) los bolivarianos, los guerreros estamos al frente, prioridad  la salud ( …) como hacemos con nuestro pueblo, atenderlo, cuidarlo.” (2)

Aparecen en el ecosistema digital venezolano piezas en las que se alude a las dietas alcalinas. Las piezas detectadas circularon en los grupos de WhatsApp, durante la primera (Junio 2020) y la segunda ola (Diciembre 2020) del Covid-19 en Venezuela. Los contenidos de tales piezas se muestran como recomendaciones, bajo la apariencia de procedimientos vinculados al saber legitimado de la medicina que se construye desde el discurso científico basada en evidencias, pero se refieren a prácticas de sanación inscritas en la denominada medicina complementaria o alternativa y sus variantes, la medicina tradicional, popular o folkmedicina. Ambas miradas poseen epistemes diferentes que muchas veces entran en conflicto. Los contenidos de las piezas seleccionadas guardan relación con productos y prácticas entre las que se encuentran la denominada medicina natural, la herbolaria o fitoterapia, las dietas terapéuticas y las corrientes alimenticias naturales.

Entre estas destacan la macrobiótica, el vegetarianismo, el naturismo, el veganismo, el crudiveganismo y las dietas alcalinas, promovidas por diversas prácticas como la Trofología. Esta última definida como “una técnica que regula la nutrición para mantener un pH armónico, basada en alimentación natural: agua, frutas, verduras, granos, semillas, nueces, leguminosas y ocasionalmente pescado de altamar, buscando liberarse de sustancias tóxicas y orientarse hacia el desempeño óptimo del cuerpo”. La Trofologia va más allá de una práctica de alimentación basada en los cambios de la bioquímica corporal, para asumirse como una filosofía de vida.

Si bien es cierto que algunas prácticas son reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como parte de los denominados saberes ancestrales, no hay suficiente evidencia científica que permita “concluir sobre las consecuencias de una dieta alcalina sobre la salud y la enfermedad (…/…)”. De ahí que se recomiende realizar “más estudios que permitan probar los beneficios de la dieta alcalina.”

Dichas dietas están compuestas por lo general por frutas y verduras, y una baja ingesta de proteína de origen animal así como de granos y cereales. La idea es consumir una combinación de alimentos que modifiquen el ph del cuerpo. El pH o Potencial de Hidrógeno es una medida utilizada para valorar la acidez o la alcalinidad de una sustancia o de una solución. Esta medida se muestra en una escala que va desde el cero hasta el catorce (0 al 14), siendo el cero lo más ácido y el catorce lo más alcalino. Alimentos como el tomate, el limón, el vinagre o el café son considerados ácidos (pH menor a 7), mientras que productos como el bicarbonato de sodio, la leche de magnesio o el cloro son considerados básicos o alcalinos (pH mayor a 7); el agua por su parte tiene un pH neutro (pH es igual a 7).  En las diversas piezas localizadas se alude a la ingesta de alimentos que son considerados alcalinos de acuerdo al valor asignado en el pH. Según los contenidos de los mensajes detectados, dichos alimentos contribuyen a modificar y equilibrar el pH del cuerpo y con ello, contrarrestar los estados de enfermedad, combatir el virus Covid-19 o el cáncer.

En los ejemplos se menciona a un grupo de alimentos a los que se le asignan valores alcalinos (sobre 7): Limón 9.9 pH; Lima o Limón amarillo 8.2 pH; Mandarina 8.5 pH y Naranja 9.2 pH. Todos esos alimentos son ácidos y su pH debería ubicarse por debajo de 7 pH. Asimismo, se asigna valores erróneos fuera de la escala a otros alimentos como: el Aguacate 15.6 pH, el Diente de León y el Berro 22.7 pH. Al revisar en diversas fuentes se constata que el Limón Persa posee un pH entre 2.16 ± 0.10; la Mandarina Murcott entre 3.61 ±0.17 y la Naranja Valencia entre 3.61± 0.15, mientras que el Aguacate se registra entre 6.61 ± 7.14.

Algunas fuentes afirman que los cítricos (limón, mandarina, naranja) que poseen un pH ácido, son alimentos altamente alcalinizantes, esto porque al ser procesados por la digestión dejan en el cuerpo ciertos minerales que ayudan a eliminar iones de hidrógeno y con ello, disminuye la acidez del cuerpo. Otros estudios mencionan el impacto de la dieta alcalina en la mejora de la función renal y la reducción de la mortalidad en enfermedades crónicas no transmisibles, pero no hay suficiente evidencia científica sobre el impacto positivo en el tratamiento de afecciones como el cáncer o la Covid-19, entre muchas otras. Así como tampoco hay suficiente evidencia científica que demuestre que un cambio en la alimentación contribuya a modificar el pH de la sangre o de la orina. En condiciones normales de salud, el pH de ambos fluidos corporales debería ser neutro, de lo contrario es un indicador de una disfunción hormonal, metabólica o de otra naturaleza. 

Aunque no hay consenso ni resultados concluyentes sobre el impacto de una dieta en la alcalinización corporal, si hay evidencias relacionadas con el impacto positivo en la salud corporal a partir de la adopción de hábitos de alimentación que incluye principalmente la ingesta de fibras y alimentos no procesados. De ahí que se atribuya a la ingesta de determinados alimentos propiedades curativas, especialmente desde el saber de la denominada Medicina complementaria o alternativa y sus variantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) inscribe a este amplio campo bajo la denominación de Medicina Tradicional y Complementaria (MTC) en la que se incluye productos, prácticas y profesiones. La OMS reconoce que la MTC es una de las principales prácticas de atención de salud en los países en desarrollo debido a diversas razones entre las que se encuentran su bajo costo, la tradición histórica y cultural de las sociedades, asi como su adopción como práctica complementaria de salud.

A continuación se muestra cómo el grupo de mensajes localizados para este caso, posee una estructura común o patrón constructivo que es utilizado para brindarle credibilidad al mensaje:

1. Texto ancla
2. Campo al que refiere
3. Promesa de cura/tratamiento
4. Argumento de veracidad científica
5. Actores involucrados
6. Saber legitimado al que se alude
7. Instituciones presentes
8. Lugares/países referidos
9. Declaración
10. Procedimientos
11. Componente
12. Recomendaciones
13. Falacia
14. Exhorto

Además detectamos cuatro formas de divulgación:

1. Mutación: mensajes construidos con base a contenidos que sufren modificaciones y adaptaciones (cambio de actores, referencias de lugar, inclusión de procedimientos, entre otros aspectos).

2. Réplica: copia y multiplicación del mensaje en diversos idiomas (español, inglés, portugués y malayo) y contextos.

3. Migración: uso de los contenidos de los mensajes “originales” en piezas o mensajes de naturaleza distinta al mensaje de origen, por ejemplo, pasan de salud a política, deporte, religión o publicidad.

4. Adaptación: el contenido de los mensajes se reformula y adecúa para el tratamiento de dolencias o afecciones distintas o en algunos casos, el tratamiento es adaptado a un contextos específico, tal como se observa en el caso venezolano.

5. Legitimación: divulgación de los contenidos del mensaje por parte de medios, instituciones y profesionales de la salud.